Wednesday, July 8, 2009

La epidemia de salarios no pagados ¿Qué hacer?

La epidemia de salarios no pagados ¿Qué hacer?

Alex Gillis (UTI) -  A la condición de trabajadores indocumentados se une, en estos días, el peso de la crisis. Cada vez mas empresarios están atrasándose en los pagos, o incluso dejándolos a deber.  Usualmente, el dueño del establecimiento se lamenta de lo mal que va el negocio, de la posibilidad de cerrarlo o que incluso el banco se lo quede. La mayoría de las veces estos lamentos son una tapadera de las verdaderas intenciones del empresario: poner al trabajador ante un dilema imposible, "si pido mis salarios ahora quizás se cierre la empresa y me quede sin trabajo, si sigo trabajando sin cobrar mi familia sufre aun mas".

Hace unas semanas, un grupo de trabajadores de un restaurante de Oregon, se acercaron las oficinas de la UTI para discutir un caso muy similar. El grupo de 5 trabajadores se le debían 3 cheques completos, a al menos uno de ellos se le debían las horas extras desde enero, y finalmente a otros dos, además de las quincenas mencionadas, dos de sus cheques fueron devueltos en el banco y a consecuencia de ello sus cuentas se quedaron sin fondos y finalmente fueron llevados a juicio por falta de pago. Aproximadamente cerca de 6000 dólares.

Cada vez que los trabajadores se encaraban con el empresario, este ponía una nueva escusa o les ofrecía 50 dólares, y por supuesto "la próxima semana les pago todo".  En este tipo de situaciones 1000 dólares para un empresario que tiene problemas financieros es un pequeño mal, comparado con los cientos de miles que ya debe al banco, distribuidores, impuestos, etc., sin embargo para un trabajador 1000 dólares es la diferencia entre tener un techo encima de su familia y comida en la mesa o estar en el límite de vivir en la calle.

Está claro que los trabajadores con nuestro esfuerzo echamos adelante las empresas,  creamos riqueza, de la cual solo nos dan una mísera parte, sin embargo en tiempos de crisis los empresarios prefieren deber dinero a los trabajadores que a otras entidades.

En este ejemplo, los trabajadores tenían dos vías para arreglar su problema: la legal y las protestas.

Las dos son necesarias, y muchas veces se complementan, ayuda poder presionar al empresario por la vía legal con una denuncia al departamento de trabajo, o incluso contratando a un abogado mientras se coordinan acciones de presión dentro y fuera del negocio. Los trabajadores de Oregon decidieron hacer una acción concertada, que es cuando dos o más trabajadores realizan una acción de protesta durante el turno de trabajo para exigir mejores condiciones de trabajo o reclamar beneficios o salarios no recibidos entre otras demandas. Estas acciones son protegidas por la ley y un empresario no puede despedirá un trabajador por el simple hecho de protestar.

Los compañeros, la práctica totalidad de la cocina de este restaurante, decidieron ir a trabajar el viernes (hace 3 semanas) y parar a las 6 en punto cuando empiezan a llegar el grueso de los clientes. No solo pararon pero se dirigieron al dueño y le comunicaron que no volverían a trabajar hasta que se les pague. A los lamentos del empresario uno de los trabajadores respondió "como que no tienes dinero si son las 6 y ya hemos dado 20 comidas en el restaurante!". Gracias a la unidad y firmeza de los trabajadores ese fin de semana los trabajadores empezaron a recibir parte del dinero atrasado y tenían un plan de pagos.

En la siguiente semana, los trabajadores en conjunto con los compañeros de la UTI decidimos dar un ultimátum al empresario para el viernes siguiente o no solo pararíamos la cocina sino que denunciaríamos públicamente la falta de compromiso del empresario a los clientes y vecinos del lugar. Finalmente, la acción no fue necesaria y el empresario pago una buena parte de lo debido. Una semana después, finalmente, el banco tomo posesión del restaurante dejando a mas de 25 trabajadores con al menos una quincena, en algunos casos hasta 3 quincenas, sin pagar. Ahora el banco y el resto de acreedores intentan sacar el restaurante de los números rojos. Una vez más, las historias detrás de cada trabajador que a duras pena puede sobrevivir sin su merecido cheque pasan a un segundo plano.

En la reunión con los trabajadores donde  el banco explico la nueva situación los comentarios no podían ser más claros, "nosotros somos dueños del restaurante, y vamos a hacerle rentable para poderle vender y pagar las deudas del dueño con el banco y otros deudores. Lo que a ustedes se les deba no es cuestión nuestra pero el antiguo empresario"

La lucha de los trabajadores no ha terminado, se están estudiando poner varios recursos legales contra el anterior dueño y el banco que ha tomado cargo del restaurante. A la vez que los trabajadores estudian emprender una nueva campaña para demandar al Banco que se responsabilice de los salarios no pagados.

En conclusión, en tiempos de crisis, los empresarios ponen el peso de las pérdidas en las espaldas de los trabajadores mediante sueldos no pagados, reducción de las horas pero la misma carga de trabajo, menos condiciones de seguridad, etc. La vía legal, aunque necesaria, es insuficiente, en muchos casos el abogado termina cobrando más que la demanda y en muchos otros el departamento de trabajo tarda años antes de tomar una resolución. Por eso, es de vital importancia para el futuro de nuestras familias, tomar el ejemplo de los trabajadores de este restaurante de Oregon, que a iniciativa propia y con el apoyo y asesoría de la UTI nos muestran otro camino, quizás más efectivo, para poner fin a los abusos que recibimos en estos tiempos económicos.